Es un día cualquiera en la fábrica, todo marcha sobre ruedas, hasta que de pronto eres notificado que una de tus máquinas acaba de pararse, así sin previo aviso acabas de perder un aproximado de $100,000.00 dólares durante las tres horas que estuvo en paro tu línea de producción.
O bien supongamos otro caso donde acabas de perder un contrato de $1,000,000.00 de dólares ante un competidor que tiene un rango de precios similar al tuyo, y sus productos cumplen la misma función, pero él sí tiene la certificación ambiental ISO 14001 de su lado, por lo cual tu cliente lo prefiere a ti.
Situaciones estresantes rozando el nivel de traumáticas, donde siempre surge la pregunta… ¿Qué estoy haciendo mal?, ¿Cómo puedo ser más competitivo?, ¿Por dónde debo empezar?
Pareciera que la conquista de la tan ansiada Excelencia Operacional está tan lejana. Cuando todo parece pérdido, si nos detenemos a pensarlo un poco, las cosas son más simples de lo que parecen.
Verse sobrepasado por fallos inesperados, tiempos muertos, exceso de piezas malas, entre otros problemas no es producto del azar, estos contratiempos suelen ocurrir porque dejamos de prestar atención a los detalles y procedimientos necesarios para un funcionamiento óptimo de nuestra producción. Es decir, olvidamos el enfoque de mejora continua que nos permite tener el control sobre nuestros procesos. Caemos en el error común de suponer que si no hay un problema es porque todo va bien, cuando la realidad puede ser muy diferente.
En lugar de esperar a que los problemas sucedan, nos deberíamos anticipar a ellos. Que todo aparentemente esté bajo control no quiere decir que siempre estará así. Antes que lamentar debemos tomar medidas de prevención, implementar estrategias que nos permitan tener garantizar que todo sigue un proceso constante. Esto nos lleva a estandarizar para que al ejecutar un proceso, estemos seguros de que el resultado siempre será el esperado.
Sin embargo para estandarizar procesos es necesario medirlos para controlarlos. ¿Cómo podemos medir nuestros procesos con exactitud? La respuesta es simple… con datos.
Para detectar algún fallo en mi máquina, y evitar perder $100,000.00 dólares sería muy útil contar con información precisa y detallada de proceso que nos indicara que algo no va tan bien como parece. Por ejemplo, un porcentaje de Scrap alto, un Downtime muy extendido, o una baja de 5% en nuestro OEE.
Incluso si somos más detallistas cualquier cambio en las variables de proceso como temperatura, presión y humedad por mínimo que sea a tiempo prolongado puede ser síntoma de futuras averías. Porque las grandes tragedias no se crean de un día para otro.
Una vez que seamos capaces de estandarizar procesos, medirlos, cuantificarlos y controlarnos, el proceso de conquista no termina allí. Pues la información que ya tenemos tiene posibilidades infinitas, por eso siempre será el activo más valioso dentro de una organización. ¿Por qué conformarse con lo mínimo cuando se puede lograr lo máximo? Si tenemos ya monitoreado nuestros procesos, estandarizados, el siguiente paso a ser más competitivos, es tener una ventaja sobre los demás.
Algunas opciones para lograrlo pueden ser las famosas certificaciones ISO, remontándonos al inicio la norma ISO 14001 puede certificarnos como proveedores ambientalmente responsables. Un posible plot twist puede darse si ofrecemos a nuestro cliente preocupado por la creciente contaminación de la industria la seguridad de que cuidamos nuestros procesos ambientales y tenemos respaldo de ello, quizás así el contrato de $1,000,000.00 de dólares estaría en nuestros bolsillos.
Tener todo planificado puede sonar a un cuento de hadas, o un sueño platónico, la historia ideal pero imposible. Sin embargo, existe un cómplice perfecto, la tecnología. Implementar tecnología en nuestros procesos facilita no sólo la recabación de datos, fiables, y precisos, que reducen riesgos, sino que nos permite predecir, prevenir y tomar acción sobre problemas que aún no suceden.
La muestra perfecta se puede observar con clientes de MonitorApp®, quienes se han podido enterar en promedio dos veces más rápido acerca de sus problemas de producción a través de la presentación de información en tiempo real y las notificaciones de la plataforma. En este ejemplo Monitor fuese su aliado de tecnología, estaríamos hablando de un ahorro significativo de $500,000.00 dólares.
Con un aliado como MonitorApp® puedes conquistar la excelencia operacional, extrayendo datos de tus procesos para ser visualizados por todo tu equipo y así crear una cultura digital que redefina tu manera de operar. Tener un factor diferenciador que facilite la obtención de certificaciones, los procesos de auditoría, y proporcionar transparencia para tus clientes y colaboradores es de una organización que no se conforma con que las cosas vayan bien, sino que hace todo lo posible porque vayan mucho mejor.
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