El impacto que tiene la pandemia en la economía, en las finanzas de los gobiernos y en las industrias es abrumador. Se ha visto una baja en varios grupos económicos a nivel mundial, reflejando limitaciones en el proceso laboral de las empresas debido al confinamiento y reapertura de actividades no esenciales, cada sector afronta distintos retos en los que se están trabajando diariamente la solución de los mismos.
Hoy en día las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) es uno de los sectores que también se ha visto afectado por la pandemia actual, a lo largo de este periodo de contingencia es visible la disminución en la inversión de las tecnologías digitales ya que todos los sectores se encuentran en análisis de sus circunstancias para implementar estrategias que les permitan continuar.
La estrategia correcta que nos dejará este año es la implementación de nuevas tecnologías, servicios y aplicaciones que permitan automatizar los procesos en la industria, accediendo el aumento de eficiencia operativa y reduciendo los tiempos muertos, de acuerdo a la consultora Mckinsey debido a la situación sanitaria actual, hubo un avance de cinco años en la implementación de soluciones digitales en un periodo no mayor a 4 meses, el ejemplo claro es el reingreso de escuelas, mostrando un aprendizaje en línea y teniendo aulas digitales.
Dicho despegue tecnológico es palpable en esta última etapa del año, y será evidente a inicios del otro, debido al reacomodo de las circunstancias para que exista una recuperación económica, ahora las plataformas están listas y las empresas vuelven a poner sobre la mesa la idea de “la nube”, el cómo tomar decisiones basadas en datos con su “analítica” bien hecha, y cómo tomar decisiones a distancia en esta nueva etapa de “la nueva normalidad”.
La implementación de tecnologías para la reanudación económica se enfocará en entender primero los nuevos hábitos de los consumidores, hay datos que demuestran que el 75% de las personas que han usado algún servicio digital por primera vez lo seguirán usando cuando se regrese a la nueva normalidad, este porcentaje demuestra a las empresas que deberán actualizar sus plataformas digitales asegurando que sean mejores que las de la competencia.
Esta crisis sanitaria por muchos males que ha traído, le ha dado su razón a la transformación digital de los negocios, de sus procesos y sus servicios, como una necesidad más que un lujo, un cambio que apenas comenzaba en muchos países pero a una velocidad no tan drástica como en estos últimos meses, con la implementación de las tecnologías en el sector empresarial más vulnerable, las Pymes (sector que aporta el mayor porcentaje del PIB en nuestro país) o nos encontraremos con empresas que decidan no digitalizarse y estar inmediatamente condenadas a la extinción.
Y aunque suene trillado que toda crisis es en realidad el momento ideal para la oportunidad de innovación, lo cierto es que de toda la pandemia podemos extraer que la tecnología es la clave en el mantenimiento de los procesos operativos de la mayoría de las empresas optando por cambiar de la noche a la mañana por modelos mucho más prácticos y funcionales, a través del uso de sensores digitales que permiten una mejor productividad, organización y medición de las máquinas, logrando disminuir el tiempo perdido y la sobreproducción innecesaria de la empresa.